Etiquetas

Seguidores

martes, 12 de enero de 2016

Del condumio y otras reflexiones.

Ya se han acabado las fiestas navideñas, una época donde nuestras mesas han estado llenas de fastuosos y elaborados platos. Aprovechando que mis hijos son bastante cocinillas, estos días han colaborado en la realización de los diversos platos. Desde siempre  les ha gustado rebozar los filetes, preparar unas rosquillas o crear un bizcocho a su manera... La cocina para ellos es como un juego,
Todo esto me ha llevado a la reflexión de la necesidad de educar a nuestros hijos en materia culinaria y/o nutricional.
Por eso creo necesario implicar tanto a los padres, como a la escuela y a la sociedad en general en la correcta formación integral del niño como persona, consumidor y muy especialmente como comensal, algo que frecuentemente omitimos. No se nos puede olvidar que tres veces al día nos sentamos alrededor de una mesa, algo que ellos deben de conocer y muy especialmente valorar y reconocer. Las diferentes comidas no surgen de la nada, detrás de cada comida hay alguien que ha dedicado su tiempo a crearla y elaborarla.
Involucrar al niño en su propia educación nutricional debe ser una responsabilidad primaria de los padres, pero también para el resto de los agentes sociales, empezando por la escuela, no podemos olvidar que en la cocina no solo se prepara y se come la comida, también se educa y se aprende.
Uno de los grandes pilares en los que se asienta el bienestar de las personas está en su correcta alimentación, asunto que por desgracia muchos adultos han olvidado o simplemente no lo han aprendido. ¡ Así que luego pasa lo que pasa!
Y ahora para abrir un poco el apetito, os dejo con una receta sencilla y económica, pero no de esas tontainas que circulan en Internet de recetas para niños como si fuesen tontos del todo. Como diría Arguiñano, nuestro guía espiritual en asuntos del condumio. ! Rico rico rico y  "Con fundamento".

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...