En general todos las conocemos y/o padecido. Se puede establecer como todo tipo de acuerdos encaminados a un/en beneficio mutuo o en beneficio de uno de los jugadores. Su finalidad es múltiple
ganar más dinero, más Elo, conseguir una norma, ascender o evitar un descenso, etc.
a) Algo muy típico en los torneos suizos, especialmente en la última ronda, son los corrillos ante los emparejamientos y la tabla clasificatoria, está claro que allí se cuecen muchas cosas. Sólo recordar que en todo este tipo de acuerdos siempre hay víctimas que se quedaran sin su premio.
Creo que no debemos confundir, pactar a priori un resultado, que ofrecer unas tablas en pocas jugadas, aquí el acuerdo es licito y posterior al inicio de la partida, aunque deportivamente es una pequeña lacra.
De ahí a dejarse ganar o a perder a posta hay un trecho. Está claro que desvirtuar una partida o una competición es algo inaceptable, pero casi siempre es imposible de perseguir, podemos sospechar, pero poco más. En este caso la solución tiene que venir del organizador si puede y quiere.
b) Entre los más noveles y entre los cafeteros, es típico comerte una pieza que no estaba en esa casilla, manipular una posición determinada, eliminando o cambiando piezas, o hacer dos jugadas seguidas, no respetar la regla de pieza tocada pieza movida, etc. Las pongo aquí porque las considero más una artimaña, generalmente fáciles de descubrir. Pero en verdad son trampas, trampas, muchas veces cometidas sin malicia ¡Ya, ya, dirá mas de uno!
c) Todos conocemos un montón de trampas legales, vacíos reglamentarios, y omisiones varias, o mejor dicho, generalmente las desconocemos.
d) Podría seguir citando ejemplos, pero se haría interminable. Así que solo citar una práctica bastante común, que debería estar en el tercer articulo de esta serie, como es la de avisar a otro jugador de
cuales son sus mejores jugadas, indicarle una línea ganadora o decirle
de modo general lo que tiene que jugar. Imposible de demostrar, pero suele ser práctica habitual en ciertos torneos.
Finalizo con la conocida anécdota que sucedió durante el torneo de Zagreb en 1970. Fischer estaba dominando por delante de Smyslov, Petrosian y Korchnoi. En su partida contra un relativamente no comprometido Kovacevic, el imparable norteamericano tendió la siguiente trampa: Sin embargo, Petrosian y Korchnoi, que estaban viendo la partida, vieron la mortal intención de Fischer: 18...Ch4 19.fxe4! Txg5 20.Axg5 y son las blancas quienes van tras la victoria. No obstante, la esposa de Petrosian, había seguido el análisis de los dos GMs soviéticos. Para horror de Korchnoi, atravesó la sala hasta el tablero y susurró las variantes a Kovacevic. Jugó 18...e3 y el desconcertado Fischer finalmente perdió la partida. Fue la única derrota de Fischer en el torneo de 17 rondas y terminó
primero, con dos puntos de ventaja sobre Korchnoi y Smyslov (Petrosian quedó
medio punto por detrás de ellos). Fuente Chessbase.
Contra estas prácticas poco se puede hacer por:
1) Creo que están socialmente aceptadas.
2) Es casi imposible de demostrar.
3) Es casi imposible de erradicar.
Me gustaría en este punto remarcar que muchos profesionales, que se quejan de las otras trampas, son abonados a estas especialidades, especialmente todos aquellos que juegan suizos. Desde las tablas que se llaman de grandes maestros, a los amaños entre ellos, y así hasta el infinito. Y finalizo con este artículo de A. Gude: sobre el famoso incidente entre Polgar versus Kasparov Linares 1994. Kasparov tomó su caballo de d7 y lo llevó a c5. La cuestión es: ¿Soltó el campeón su pieza en c5?
No he podido conseguir el vídeo, aunque casi todo el mundo llegó a la conclusión que Kasparov no respetó la regla. Por eso os dejo con este pequeño y único desquite en toda su carrera de Polgar frente "al ogro".
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