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martes, 4 de junio de 2013

Las miserias del ajedrez 1

"Persiste la imagen del jugador consagrado al ajedrez como la de un excéntrico, quizá incluso psicótico" Kasparov en su libro "Cómo la vida imita al ajedrez"
Llevaba tiempo rondándome por la cabeza esta serie de artículos, pero como ya había realizado la serie "El ajedrez devora a sus hijos" decidí darle un descanso. Mas de uno se me enfadará y seguramente me acusará de ver sólo la parte negativa de nuestro juego, pero para ver y leer la parte positiva, lo bueno, lo magnífico y lo pedagógico que es el ajedrez, ya están muchas otras páginas, psicólogos, blogs, periodistas y como no, todo tipo de vendedores de humo.
Pero nuestro deporte tiene una cara oculta y/o sucia, que por desgracia como dice Kasparov es lo que más se ve y lo que más vende. De hecho en este capítulo despotrica suavemente contra Nabokov y Zweig, porque en sus respectivas novelas hizo un flaco favor al ajedrez.
Pero no fue hasta que leí este panfleto "16 razones por la que no es bueno el ajedrez para usted" que aunque no hay que hacerle mucho caso, si es simpático y merece su lectura, porque nos da una idea por donde van los tiros. Además uno bucea por la red y sólo encuentra bondades del ajedrez. El ajedrez  es nuestro juego del alma, y nos hemos dejado cientos de horas en su estudio y práctica,  pero hay que ser realistas y objetivos. El ajedrez es un juego maravilloso, pero también absortivo y peligroso.
Por eso voy a empezar esta serie de artículos con un pequeño resumen o extracto del segundo capítulo del libro. "La vida imita al ajedrez".
"Es difícil encontrar un par de imágenes más contradictorias que la idea general sobre el ajedrez como juego y la del jugador de ajedrez. El ajedrez está universalmente considerado como el símbolo del intelecto, el talento, la complejidad, el razonamiento estratégico y la astucia. Y sin embargo, persiste la imagen del jugador consagrado al ajedrez como la de excéntrico, quizá incluso psicótico. El estereotipo del jugador de ajedrez es a menudo sinónimo de un enclenque, desnutrido o un empollón inteligente, aunque misántropo. Otras veces también sugiere que somos criaturas introvertidas, casi obsesivas, incluso autistas. Nabokov ( la defensa) y Stefan Zweig (Novela de ajedrez) presentaron a su personajes principales como asociales, excéntricos y deteriorados. 
Mas tarde nos presenta a varios prominentes jugadores de ajedrez que tuvieron problemas mentales, pero que lo dejaré para otro artículo.Por eso me gustaría acabar con estas dos frases/Sentencias.
"Yo siempre he sentido un poco de lástima hacia aquellas personas que no han conocido el Ajedrez; Justamente lo mismo que siento por quien no ha sido embriagado por el amor. El Ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre". Dr. Siegbert Tarrasch
"Ningún Gran Maestro es normal, lo único que difiere es su tipo de locura". Víctor Korchnoi
Para finalizar os dejo con este anuncio de Anand, uno de los pocos normales, donde reconoce que es jugador profesional de ajedrez y le miran como si fuese un marciano.

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