A Leontxo, todo
el mundo del ajedrez lo conoce; dado que sobran las presentaciones, me limitaré
a mostrar cómo le conocí y las impresiones que me quedaron después.
Finalizaré mis
reflexiones con una pequeña e informal entrevista realizada durante los desplazamientos que
hicimos juntos en coche y los momentos de espera entre los actos en los que
participó.
El viernes 26 de
septiembre, Pablo Castro -el organizador del evento-, y quien suscribe, fuimos
a recoger a Leontxo a su hotel para acompañarlo a su primera entrevista periodística;
al llegar, Pablo entró a buscarlo y yo me quedé cerca del coche esperando; por
eso, la primera vez que lo vi, desde la lejanía, su gran figura y su cabeza
rapada me llamaron poderosamente la atención.
Cuando se acercó
a mí, me saludó cortésmente, entramos en el coche y fuimos hasta la sede del
diario lucense El progreso, donde le
esperaba una entrevista “de las de verdad”. Durante el trayecto, se puso a
dialogar con Pablo sobre su proyecto “Xaquedrum”. Yo no pronuncié palabra y me
limité a escuchar el diálogo entre ellos.
Una vez que llegamos
al periódico, fuimos informados de que la redactora se iba a retrasar un poco, así
que fuimos a tomar un café –por suerte para mí-. Leontxo se interesó por la iniciativa
de Pablo, dónde y cómo la lleva a cabo y con quién; en esencia, preguntas concretas
que todo buen periodista debe de hacer para conocer la realidad que le rodea. Está
claro que lleva el periodismo y ajedrez en la sangre, y eso se nota.
Con la tranquilidad
de la espera, Pablo me animó a que le hiciera unas cuantas preguntas. No podía desaprovechar la ocasión, pero tampoco
sabía por dónde empezar; dado que mi profesión no se relaciona con el mundo de
la información, mi reticencia era grande y, además, ante un peso pesado como Leontxo
¡Tierra trágame! Ante mi inseguridad, muy amablemente y con buena
predisposición me dijo: ¡Pregunta,
pregunta! Tenemos algo de tiempo. Desde
aquí le doy mis más expresivas gracias por animarme a entablar nuestro interesante
diálogo.
Leontxo no rehúye
una conversación, y menos si es de ajedrez.
Después de 31
años de carrera periodística, tiene las ideas muy claras de lo que quiere transmitir;
además, sabe cómo hacerlo y a quién se dirige. Denota serenidad y erudición y
muestra una gran pasión por lo que hace. Intenta cautivar a su interlocutor con
sus palabras y con su discurso, y he de reconocer que lo logra. En las
distancias cortas, su conversación es rica y abundante y se nota que sabe de lo
que está hablando.
Debo de
reconocer que fue una delicia escuchar y conversar con este comunicador,
conferenciante, comentarista, escritor y periodista especializado en ajedrez,
además de viajero insaciable, como él mismo se define en twiter.
A continuación,
os transmito lo que conversamos, aunque no de una manera textual; si existe
algún fallo de interpretación, espero que Leontxo sepa disculparme por ello.
1.
¿Echas de menos el
ritmo competitivo, unas partidas blitz o, en general, los torneos, pero como
jugador?
Creo que tengo el cupo
cubierto con mi profesión de periodista, comunicador conferenciante, etc. del
ajedrez, lo que me hace sentirme partícipe de todo este mundo. Prácticamente no
tengo tiempo para jugar, y más con una vida profesional tan intensa como la
mía; alguna vez he practicado por internet, pero cuando me daba cuenta eran las
tantas de la madrugada y luego había que madrugar.
Eso sí, debo reconocer que
alguna vez viendo alguna partida me gustaría sentarme en la silla de algún
jugador, y vivir en primera persona la partida, pero eso es algo pasajero.
2.
¿Qué tenemos que
cambiar en este país para exista una revolución en y con el ajedrez?
En primer lugar, opino que en
España necesitamos un Rafa Nadal o un Fernando Alonso del ajedrez; con ellos,
los periodistas lo tendrían muy fácil para llenar páginas y páginas sin
repetirse. Está
claro que eso crearía y aportaría un punto de inflexión y, lógicamente, el ajedrez español tomaría otro rumbo. Noruega representa exactamente de
lo que estoy hablando; antes, jugaban cuatro, pero ahora, con el efecto Carlsen,
todo el país habla y sabe de ajedrez.
Lo segundo sería mejorar la imagen, la comunicación y la
mercadotecnia. Como divulgador, estoy convencido de que el ajedrez es una mina
llena de oro periodístico, muy poco
explotada; lo que yo he hecho durante 31 años es sacar el oro de la mina, pulirlo
un poco y mostrarlo a la gente. Los recursos del ajedrez son muy superiores a
los de cualquier deporte, pues 1.500 años de historia dan para mucho.
3.
El ajedrez produce
personajes fascinantes, pero también profundamente peculiares y raros; Fischer o
Ivanchuck son dos claros ejemplos ¿Cómo podemos “venderle” esto a un padre para
que lleve a su hijo a clases de ajedrez?
Está claro que este tipo de
personajes venden y calan en la opinión pública. Fischer es seguramente el
jugador más admirado e idolatrado del
ajedrez de todos los tiempos, pero también el ejemplo perfecto de lo que nunca
hay que hacer con un niño/a que muestre un gran talento para el ajedrez o para cualquier
otra actividad: permitir que se obsesione y que no se eduque de forma
equilibrada.
Por otra parte, si vas a un
torneo cualquiera, este tipo de personas “peculiares” las podemos contar con
los dedos de una mano; el resto son personas que llamaríamos normales, y eso sí es
lo importante y lo que ese padre vería.
4.
Sobre el ajedrez
en la escuela y todas sus implicaciones…
Parte de la respuesta a esta
pregunta está en mi libro; así, te recordaré que cada vez más estudios
científicos coinciden en su utilidad pedagógica y sus aplicaciones sociales.
Está demostrado que desarrolla la inteligencia, especialmente la de los niños,
y que los que aprenden ajedrez en la escuela obtienen mejores resultados en
matemáticas y en comprensión lectora.
Si bien hay más de mil colegios en España donde se
imparte como materia, podría haber aún más, pero ello no es posible porque faltan
profesores preparados. Es urgente preparar formadores en ajedrez, y me refiero
a formar pedagogos profesionales. No sería mala idea
poner una disciplina de ajedrez en las escuelas de magisterio.
Lo que sí está claro es que es
preciso diferenciar el ajedrez en la escuela como herramienta pedagógica, de su
práctica deportiva. Cada actividad debe ser enseñada por profesionales cualificados,
pero muy distintos entre sí. La parte competitiva debe salir de la escuela a
los clubes de ajedrez.
Te adelanto que el Congreso de los Diputados va a debatir
dos proposiciones no de ley para la introducción del ajedrez en los colegios, y
para potenciar diversas aplicaciones sociales del ajedrez, como es su implantación
en cárceles, en centros de la tercera edad para retrasar el envejecimiento
cerebral y prevenir el Alzheimer...
Las pocas veces que el ajedrez fracasa en un colegio es
porque el profesor explica, por ejemplo, la defensa siciliana. ¡Eso no se hace
en un colegio! ¡Eso se hace en el club!
5.
En el año 1987 un
informe decía textualmente:”El esfuerzo
mental sin movimientos musculares y con excitación del sistema cardiovascular
puede provocar serios problemas psíquicos”
¿El ajedrez es un deporte de riesgo?
El ajedrez de alta competición
es muy exigente; a partir de los 40 años, todo jugador debería hacerse un
chequeo. La tensión nerviosa del ajedrecista apurado de tiempo es incluso mayor
a la de los corredores de 100 metros lisos que esperan en los tacos de salida.
Además, entre los rivales hay una relación intensísima, con un desgaste físico
y mental enorme; es la única actividad humana en la que dos personas pueden
mantener un vínculo muy intenso durante horas, sin tocarse ni hablarse. En la Olimpiada de ajedrez de Noruega hubo
dos muertes en dos días seguidos…
Pero no
exageremos, cualquier deporte de alta competición tiene algo de insano, porque supone
llevar el cuerpo, y en nuestro caso también la mente, a su límite.
6.
Las trampas el juego sucio siempre han sido
una lacra; ¿cómo podemos luchar contra los tramposos?
Creo que al tramposo hay que sancionarlo duramente para
que, de algún modo, cunda el ejemplo. Pero tengo claro que asunto está en
pañales, y va a ser complicado no sólo pararlo sino también luchar contra él. En
un futuro más próximo que lejano será posible implantarse un chip y eso sí va a
ser un problema.
7.
Cada generación
da sus jugadores, salvando las
distancias, quienes han sido los mejores 5 jugadores desde 1900 a día de hoy y
sobre todo quién ha aportado más al ajedrez en España.
Sin lugar a dudas, el primero debe ser Pomar, quien ayudó
a que el ajedrez fuese conocido por todos nuestros padres; después, y no necesariamente
por este orden, Rey Ardid, Golmayo, Illescas y Vallejo.
8.
¿Cuál es el jugador español que más te ha
impresionado, y luego quedó en mucho menos de lo que se esperaba?
Manuel Rivas, si bien la causa de ello fueron sus
problemas de salud; actualmente, Lariño.
9.
Y la pregunta contraria, ¿qué jugador ves
que su capacidad de trabajo y superación le han llevado a grandes cotas?
Illescas; y, en el presente, Salgado.
10.
¿Desearías que tu hijo/a fuera un
profesional del ajedrez? Y si fuese así, ¿qué le dirías si quisieras que triunfara
en el ajedrez?
Hoy en día, solo le recomendaría que fuera profesional
del ajedrez si a los 16 o 17 años hubiera traspasado la barrera de los 2500-2600
ELO.
Si no eres muy
bueno, no debes ser profesional del ajedrez; practica tu pasión, pero dedícate a otra cosa.
Ahora bien, si lo eres -como es el caso de David Antón-, le aconsejaría practicar
un par de años con una dedicación exclusiva e intensiva, lo que le permitiría
valorar hasta dónde puede llegar.
¿Qué
paginas de ajedrez en español me recomendarías?
Te voy a decir 5 páginas muy distintas entre sí:
1) Chessbase español.
2) Chesss 24.
3) La tabla de Flandes.
4) Ajedrez noticias diarias.
5) Ajedrez en Madrid.
Finalizo con esta entrevista de Pablo Castro a Leontxo García
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