Como prometí a finales de año este 2013, quiero
iniciar una sección que la voy a titular de esta manera. Desde hace tiempo
vengo notando que muchos chicos y no tan chicos, juegan al ajedrez mejor o
peor, pero de cultura ajedrecista nada de nada. Así que he pensado crear una sección dedicada a lo que hago en
llamar Cultura Ajedrecística, que irá desde puntos básicos, pasando por
maniobras y todo tipo de conceptos. No se trata de aprender fechas al estilo de
los reyes godos, ni listas de campeones del mundo, sino de entender posiciones, palabras, conceptos, etc,
que se utilizan y mucho. La idea la concebí después de leer, hace ya
un tiempo, un artículo del M.I Ocampo, entrenador, bloguero,
periodista y persona de una gran cultura ajedrecística. En su post "La
falta de academia" comentaba lo siguiente ": (Voy a resumir dicho artículo, intentando no perder las ideas claves del
mismo).
"Los entrenadores
soviéticos comentaban la falta de cultura de los ajedrecistas occidentales y
como los afectaba para cumplir las expectativas que su talento prometían”.
Muchos ajedrecistas occidentales que eran muy jóvenes cuando aún existía la
Unión Soviética parecían tener talento para llegar a ser contendientes para el
campeonato mundial.
Uno de ellos era el GM
Loek van Welly, que era una gran promesa y que confesaba: "Fischer, es
anterior a mi generación, realmente no he estudiado sus partidas"
Siempre
me pregunté, de haberla leído, que le hubiera dicho y/o pensado Mikhail
Botvinnik respecto del joven maestro. De seguro, nada bonito saldría de boca
del patriarca”.
Ahora
muchos jugadores occidentales han llegado a pelear por los más altos puestos
del ajedrez gracias a que al desaparecer la Unión Soviética hubo una diáspora
de jugadores y entrenadores exsoviéticos que han colaborado a que el sistema,
la “Academia” del ajedrez soviético tuviera “sucursales” en muchas partes del
mundo. Cada vez hay más federaciones que tienen sistemas muy similares a los
soviéticos en sus programas de estudio y se observa cada vez más una formación
“académica” en los jugadores occidentales y una proliferación de libros con
“enfoque soviético” en idioma inglés. Incluso se han rescatado viejos textos
soviéticos de hace más de 50 años y han sido traducidos y publicados en inglés,
lo que ha contribuido a disminuir ese empirismo entre jugadores y entrenadores
y a la creciente profesionalización responsable de docentes del ajedrez,
disminuyendo el que los niños occidentales corran el peligro de no cumplir los
sueños que su talento y vocación prometieron a sus ansias.
Además
añado este otro texto sobre Tomashevsky
del propio Ocampo en su blog “Chess Coach, ajedrez a la orden” y que es la otra
cara de la moneda, y nos ayudará aun más a
clarificar "el conceto" como decía Manquiña en la película “Airbag”.
"Su
excelente preparación técnica de ajedrez, su fuerte vocación, su capacidad para
el trabajo, todo en conjunto, es elogiado por los que han sido sus entrenadores
y no por algo tiene el sobrenombre del “profesor”. Es buen ejemplo para los aspirantes
a ser grandes maestros, pues su desarrollo ha sido bien monitoreado y descrito
en varios textos, lo que permite “copiar” la metodología que se ha seguido con
este excelente “producto” de la escuela rusa".
Cuando
realizaba la serie de libros “Aprendiendo de los entrenadores” pude estudiar
las partidas de Tomashevsky desde que se preparaba para ganar el campeonato sub
10 de Rusia ¡y muchos decían que había empezado “tarde” a dedicarse seriamente
al ajedrez!. A pesar de que asistía a las clases con la famosa “Shasha
Shestoperova, nunca dejó de dedicar tiempo libre a la cultura y al estudio de
diversas y es que “El Profesor” se había empeñado más en cultivarse
intelectualmente en otras disciplinas y muchos opinaban que eso lo ponía en
desventaja con otros de su generación dedicados solo a aprender ajedrez, aunque
analfabetas funcionales en otras áreas.
Hay
mucho material divulgado por Razuvaev de cómo preparó a Tomashevsky así de
informes de los Shestoperov; por lo que se puede decir que su “modelo” es de
los más documentados entre los grandes maestros.
Tomashevsky,
afortunadamente, como muchos notables maestros, tiene una cultura muy
satisfactoria, lo que le da ventaja en las decisiones que toma y es un buen
modelo de lo que es un buen ajedrecista.
3 comentarios:
Perdón borré tu comentario sin querer. Pero tienes razón se llama Manuel Manquiña.
Saludos.
PD.- En verdad se llama Manuel Juan Francisco del Cristo de la Victoria Prieto Comesaña.
No hay problema. En su caso parece claramente oportuno el optar por un nombre artístico más "manejable".
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