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martes, 27 de agosto de 2013

Bronstein ¿Paradigma del ajedrez del siglo XX? 1ª parte

¿Es Bronstein extravagante, extrovertido, excéntrico?   Puede ser muchas ex, pero no es ex, sino que es."
En una ocasión, Bronstein tardó 40 minutos en mover su primera pieza! y luego ganó la partida. Cuando le preguntaron por qué, respondió mirando fijamente al  tablero: "Estaba pensando donde había puesto las llaves de mi casa". 
David Bronstein fue, sin duda, el ajedrecista más original del siglo XX. Desde mi punto de vista, representa la tragicomedia del ajedrez, capaz de lo más sublime y de lo más pintoresco a la vez. Después de los artículos de la semana pasada, todo me llevaba a Brosnstein, para mi representa la quintaesencia del ajedrecista del siglo XX, genial en muchas de sus actuaciones, extravagantes e impulsivo en otras, pero lo mas llamativo de toda su vida es que cuando pudo llegar a ser campeon del  mundo, o no quiso, o como dicen las malas lenguas no le dejaron, por sus orígenes judíos. La leyenda seguirá abierta para siempre, porque él nunca quiso aclararlo.
Indirectamente en Bronstein se reunían la extravagancia de Ivanchuch, la genialidad de Kasparov, la agresividad y originalidad de Tahl y el amor por el ajedrez de Fischer. Lo tenía todo pero le faltaba algo.  Según Kasparov en el tomo II de Mis Geniales Predecesores, el elemento competitivo era en él más flojo que en el resto de sus rivales, y en los momentos decisivos fallaba estrepitosamente.
En 1951 Bronstein se enfrentó a Botvinnik por el cetro de campeón del mundo. El aspirante con 27 años y en plenitud de sus facultades creativas, desafiaba a la leyenda del ajedrez ruso con 40 años, que estaba desentrenado, pues llevaba tres años sin jugar. En este final de la sexta partida, de tablas muertas, se produjo lo que algunos comentaristas calificaron "el error del siglo". Bronstein había jugado Cd8 para Ce6+ y Cd4 con fáciles tablas. ¿Qué pasó? Según Bronstein después de unos grandes apuros de tiempo, acababa de pasar el segundo control de tiempo, se relajó y se sumió en sus propios pensamientos. Al volver en sí, tras 45 minutos de "reflexión" tocó el rey accidentalmente, así que tuvo que jugarlo. Por lo tanto movió Rc2 y después de que el negro jugara Rg3, detuvo el reloj, según él, evitando hacer una tragedia de lo que había pasado. Bronstein cuenta que siempre ha sabido rendirse, pues la considera una cualidad necesaria del verdadero jugador de ajedrez.
Pese a que este hecho esta extraído del II tomo de Mis geniales predecesores de G. Kasparov y se supone está contado por el propio Bronstein, no sé si es todo un invento para alimentar la leyenda o sucedió así en realidad. Lo que esta claro es que este golpe ejerció una gran influencia, junto con la partida 19 (que comentaré mañana) y la 23 ( para el viernes), en el Match, y seguramente en la vida de nuestros protagonistas. Para finalizar os remito a este otro gran artículo de David Llada " El campeón que tuvo miedo a ganar" .y como no podía ser menos aquí la descarga del libro del Match entre ambos, en inglés. Y como vídeo final una de las grandes partidas de este genio del ajedrez.

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