a) Así se gestó la ruina: Son muchas las explicaciones que se han dado sobre el origen y los responsables de la crisis, pero pocas parecen tan certeras como la que realizaron los inspectores del Banco de España ya en mayo de 2006. Los inspectores tenían claro entonces que la "pasividad" del supervisor financiero –y de los gobiernos de turno– había permitido que los malos gestores se adueñaran del mercado financiero. Ante esta situación, remitieron una carta titular de Economía, Pedro Solbes, acompañada de un informe demoledor. Detrás de este crecimiento «desordenado» e «insostenible» de los préstamos se encontraba la «falta de determinación demostrada por el Gobernador» para exigir a los gestores el rigor necesario en la «asunción de riesgos». Esta falta de actuación provocó, además, que el problema se extendiera desde los bancos y cajas peor gestionados al conjunto del sistema: «Incluso las entidades con mejores sistemas de evaluación y gestión del riesgo se han visto obligadas a entrar en esta carrera por la captación de negocio, muy a su pesar, con el único objetivo de evitar ser expulsadas del mercado», señala el documento. El resto del articulo no tiene desperdicio. Nada se hizo antes y nada se hizo después. Mucho se ha escrito sobre la responsabilidad de los políticos, banqueros, sindicatos, empresarios, y la necesidad de cambiar el sistema político y económico, etc. y todo ello es cierto, por ello no quiero incidir más sobre nuestra crítica situación.
b) Pero se ha escrito muy poco sobre la responsabilidad del ciudadano medio-común en todo este asunto. Estamos en un "país de pandereta" y como bien dijo Quevedo de "Pícaros y truhanes". Los españoles somos muy dados a echar nuestras culpas a los demás, a mirar a otro lado y cargar la responsabilidad en un tercero, llámese político, empresario o sindicalista, que seguramente tenga mucha culpa, pero no toda. Así que; ¿Culpables? todos. Nos quejamos y escandalizamos de nuestros dirigentes, ahora que somos pobres miramos hacia los despilfarradores y ladrones, pero cuando existía la bonanza económica, parecía que teníamos la moral relajada, Zapatero regaló 400 euros, tanto a los pobres como a los ricos, para comprar voluntades y lo vimos normal, sólo por poner un ejemplo. ¿Dónde esta la cultura del esfuerzo, del trabajo, del ahorro, del estudio, de la austeridad o de la honradez con que nuestros padres construyeron este país?
Aquí la pregunta más importante durante muchos años ha sido esa de ¿Qué hay de lo mío? vemos la corruptela de los demás, pero el fraude fiscal no para de crecer, quien mas o quien menos ha buscado una subvención, una discapacidad para él o un familiar o se ha apuntado al paro teniendo trabajo, en resumen el aparato estatal-autonómico-local se ha llenado de parásitos. Hemos puesto una mano y cerrado los ojos. A modo de ejmplo os dejo la última acción picaresca "la del maniquí".
Ya lo dijo Góngora (enemigo manifiesto de Quevedo y que por lo tanto era difícil que estuviera de acuerdo con el anterior en algo) y no por casualidad "Ande yo caliente. ¿Tan poco hemos cambiado?
Para acabar os dejo con el trailer de la película !Esta casa es una ruina !
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