"Sólo hay una sutil diferencia entre un rico y un pobre... el pobre cree que
el dinero hace la felicidad, en tanto que el rico lo sabe". Con esta frase
sacada de la película "Concursante" pero que es de
ámbito popular quiero empezar la segunda parte de esta serie de artículos sobre
la ruina que padecemos.
Si en el post anterior trataba de las personas que intentan engañar al sistema con todo tipo
de triquiñuelas: ¿Quien no tiene un amigo con una baja infinita? ¿O una jubilación
por enfermedad, que con poco más de 30 años están sin hacer nada y ganando más
que cualquiera? ¿Quien no conoce a alguien que cotiza en el paro, tiene trabajo
y encima recibe ayudas? ... y así podría seguir hasta el infinito. Pero hoy
quiero hablar de aquellos, que somos la mayoría, que no entramos
en el juego del dinero fácil, aunque muchos sí de la “cultura de la propiedad absurda”, o lo
que lo mismo comprar una vivienda como manera de ahorrar y de asegurarse el
futuro y así tener un cierto patrimonio, de los que hemos pagado
religiosamente, IRPF, Seguridad Social, y todo tipo de impuestos. A nosotros,
qué se nos quedó la cara desencajada cuando nuestro vecino o amigo se compraba
un cochazo, que a saber como lo pagaría, o se iba de viaje a Tailandia con todo
a tutiplén, y te daba la sensación que ser honesto no rentaba. Pero como en el
cuento de la cigarra, fuimos acumulando para el duro invierno. Y ahora que hay
que pagar los excesos excesivos de políticos, banqueros, autonomías,
ayuntamientos, multinacionales, corporaciones, empresarios y en general de
vagos y maleantes... Ahora vienen todos a pedirnos que aportemos, que esto hay
que pagarlo entre todos, puesto que ellos o no tienen o se lo han gastado todo.
Si a esto añadimos que el sistema, a los impresentables les ha dado un montón
de salidas y de facilidades para no cumplir, podemos llegar a la
conclusión que ser honrado en este país es de marcianos. Ya lo dice un implicado,
de las muchas operaciones anticorrupción que tenemos en Lugo, "En este país solo pagan los tontos".
Y para acabar, os dejo con un momento de la película "Concursante" un film raro y para mi algo irregular, pero con un montaje
frenético, típico del videoclip, que no deja de entretenernos y aunque algo
maniquea y manipuladora, es todo un tratado de economía.
La escena donde el personaje
interpretado por Chete Lara le explica al protagonista de la película cómo
prestan el dinero los bancos y cómo siempre ellos ganan dinero sin tenerlo es muy didáctico, sobre todo, la parte
explicativa usando un tablero de ajedrez.
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